Foster

Estaba a punto de publicar algo relacionado con los despertadores pero como en muchas otras ocasiones, comienzo con un tema y termino publicando otro.

En esta ocasión el cambio de tema se debió a la interrupción que hizo mi perro Foster, quien después de pasar una hora ladrando en el patio terminó vencido por el cansancio, entró a mi recámara y de manera insistente comenzó a buscar mi mano para acurrucarse entre  un brazo y mi pierna para quedarse así unos minutos.


Llevo poco más de dos meses lidiando con la formación y educación de Foster, esto es curioso porque a pesar de que las mascotas en casa no son un tema nuevo, la percepción sobre el valor de su compañía y la manera en que convivimos y nos comunicamos con ellos, si ha cambiado para mi. El antiguo concepto que tenía sobre los animales domésticos era muy básico, el clásico premio y castigo, pero obviamente la relación humano-perro, va más allá, tanto como nuestra disposición y apreciación lo permitan.

Hoy en día Foster ocupa un lugar muy importante en mi vida, con sus dos años y medio sigue siendo tan inquieto como el día que llegó a casa, lo describiría como una cruza de "Beagle" y "Rottweiler" con espíritu de "Labrador", y aunque posee una estatura mediana tiene una gran energía y mucha fuerza física. Disfruta el baño, pero no tanto el cepillado, sus juguetes favoritos son la pelota y la correa de paseo, los niños lo alborotan demasiado, le gusta juguetear con ellos aunque sus modales siguen siendo demasiado toscos. Su habilidad para socializar con otros perros es casi nula y es de esos perros que nos son conscientes de su tamaño porque se comporta tan inquieto y jugueton con un "Chihuahua" como con un "Pitbull" o hasta con un "San Bernardo". Es un perro inquieto pero simpático, es como un niño.

El Sábado pasado, me torcí el tobillo mientras corríamos por el parque. El sólo hecho de caminar me produce dolor y llevamos tres días sin salir de paseo. A pesar de lo mucho que mi amigo disfruta sus breves salidas diarias, lo percibo tranquilo porque parece comprender que algo no está bien con mi forma de caminar los últimos días. Por mi parte, estoy contento de tenerlo conmigo y de verdad espero que mi torcedura mejore pronto para salir a corretearnos por el parque lo antes posible.