Los medios de transporte en las ciudades son un elemento al que se debe prestar más atención, ya que inevitablemente, este tema llega a un "cuello de botella" que habrá que resolver tarde que temprano. Me refiero a la relación que existe entre el número de habitantes, el medio de transporte que utilizan y el tiempo que invierten en traslados, elementos que influyen sensiblemente en la calidad de vida de los ciudadanos y muchos, pero muchos temas mas.
La política tomó parte en el asunto, y es que apoyar un movimiento tan loable como la conservación del medio ambiente y apoyo a las clases más bajas no es un tema que se deba ignorar cuando se está en plena contienda electoral, pero justo así es como inician los peores proyectos populistas.
La entonces nueva administración de Lorena Martínez, decidió apoyar el interés de un sector de la población para dar inicio al proyecto de vialidad que contemplaría deslindar vías específicas para el tránsito de bicicletas, se pintaron rutas en color verde y montaron señalamientos que fácilmente definían los espacios correspondientes a automotores y a bicicletas. Muy pronto comenzaron a formarse grupos de "rodadas ciclistas" que buscaban promover la utilización de la infraestructura dentro de la ciudad y hoy en día es cada vez más común ver a gente que ha adoptado la bicicleta como medio de transporte para distancias de cortas, hasta aquí pintaba bien el proyecto.
El tiempo pasó hasta que la mediocre política populista nos ha dejado ver sus frutos, y es que desde que inició el proyecto parece que el tema de regular a los ciclistas se ha dejado sin concluir. A pesar de que el reglamento de tránsito del municipio y la ley de vialidad del estado contemplan el tema de las bicicletas y vehículos de propulsión humana, resultan incompatibles con el proyecto de vialidad en nuestra ciudad, y así es como seguimos viendo ciclistas que utilizan sus espacios, pero al mismo tiempo se comportan como peatones invadiendo banquetas, ignorando señales y semáforos, viajando en contingentes desordenados, desplazandose en sentido contrario, sin faros de luces o dispositivos reflejantes y mucho menos utilizando casco y muchas irregularidades que sí están contempladas en la legislación vial.
Este 2013 es año electoral en nuestro estado y dudo mucho que el tema de aplicar el reglamento de tránsito y ley de vialidad se vaya a resolver en esta administración ni por parte del Ayuntamiento ni mucho menos por el Gobierno Estatal, pero de lo que sí estoy seguro es de que estaremos apreciando dentro de los discursos políticos la clásica demagogia sobre el interés de quienes aspiran a cargos de elección, por seguir fomentando acciones modernas en pro de un sano desarrollo y convivencia entre los ciudadanos. ¿Será?
Aprovecho para ilustrar mis comentarios con una imagen que nos muestra a un ciclista con un "porta-bebé" en el manubrio de su bicicleta, que ha ignorado la señal de ALTO en el semáforo que le correspondía para intentar cruzar la avenida Héroe de Nacozari, una de las vías principales de nuestra ciudad, en uno de los horarios de mayor tráfico, poniendo en riesgo su integridad, la del infante que transporta y hasta la de los automovilistas. Así de absurdo resulta "LA NUEVA POLÍTICA".